La brujería en España engloba un grupo de prácticas ancestrales no necesariamente relacionadas con el paganismo o neopaganismo. Los tradicionales credos que veneran a la Diosa (sí, los devotos de este principio femenino y maternal lo suelen escribir así, con mayúscula inicial) se funden y confunden con otros ritos y creencias provenientes de otras regiones.
Por desgracia ser un practicante de la brujería en España se asocia al satanismo (que por cierto, es también un sistema de creencias que merece su lugar y respeto), y todo aquello que no es estrictamente católico o cristiano cae en ese saco inmenso de la negación del supuesto bien, de la adoración al mal. Nada más lejos de la realidad, son ritos que conservan la magia antigua, esa capacidad increíble de conexión con las fuerzas naturales.
En España la única brujería reconocida como religión oficialmente es la celtíbera, con argumentos de sobra al ser una de las corrientes más presentes en la península ibérica desde la edad de hierro. Dichos ritos han sido diezmados y estigmatizados primero por el cristianismo y luego por la inquisición.
Lo que yo como Babalawo practico se podría reducir a brujería africana, tirando de una simplificación extrema del término que os aseguro requiere una profundización posterior. Un Babalawo no es simplemente un brujo o hechicero y en el mundo tradicional yoruba ya existe un término religioso específico para referirse a los brujos y brujas (personas iniciadas en el culto Iyamis, el culto a las madres ancestrales, en el que por otra parte estoy también iniciado desde hace muchos años).
Antes de que una horda de confundidos seguidores cristianos empiecen a arremeter contra este artículo, les recuerdo que estas prácticas mal encasilladas dentro de la hechicería y la brujería son anteriores a los dogmas cristianos de la era moderna. Con lo cual no compartimos los mismos conceptos religiosos que ellos. Por poner un par de ejemplos, Cristo es nombrado en varios Ese Ifa yoruba tradicionales, como pudiese ser mentado cualquier otro personaje histórico, y el diablo, como entidad malévola, también. Pero en ningún caso se adjudica la salvación espiritual a ninguno de ellos, pues no son relevantes dentro de la cosmología yoruba tradicional.
Los rituales de brujería africana realizados en España son mayormente realizados por un Babalawo, aunque en ocasiones los terminan anunciando personas con escaso nivel de preparación ya no religiosa sino simplemente espiritual y de lógica. No es posible llamar brujo africano a una persona sin que pese la posibilidad de asociarlo con algo maléfico. El Babalawo iniciado dentro de los secretos Iyami es comúnmente llamado Osó.